Así denominamos un ámbito de investigación y experimentación sobre las posibilidades de creación a partir de lo que somos. La toma de conciencia del espacio que habitamos, la comprensión de estos territorios, sus dinámicas sociales y prácticas culturales –donde se evidencian las hibridaciones y las mixturas posibles que nos caracterizan– representan los elementos de inspiración: procedimientos en el ámbito metodológico, poéticas y metáforas en el caso estético para la construcción de discursos y desarrollo de procesos de creación en danza contemporánea. El espacio habitado será la diversidad de las vivencias sociales, geográficas y étnicas que poseemos según nuestras conformaciones históricas. Son los lugares reales o imaginarios que dan sentido de pertenencia y proporcionan elementos para nuestros procesos de realización. En el caso de la danza contemporánea, el cuerpo en comunión colectiva, intercambia saberes a través de sus experiencias.