Geranios para Magnolia es un retrato migratorio que se desarrolla en un jardín dividido en la mitad que hace las veces de puesto fronterizo. En el universo de la pieza la partida y el retorno son dos elementos que no se condicionan al simple hecho de cruzar, sino que lleva consigo el arraigo que se teje entre las historias de los personajes y una Magnolia que entre su delirio y sequía tiene el poder en sus manos.