El humor extravagante y ridículo asoma la risa sarcástica, conduciendo la interacción cruel e incisiva en el seno de una familia poderosa. Incidiendo sobre una persona en condición física discapacitada. Ha sido el pretexto para mostrar la injusticia social determinada por la relación opresor-oprimido, enmarcado en una situación de aprendizaje. Un discurso político que evoluciona en una atmósfera esperpéntica, absurda y satíricamente despiadada.