Tras el derrumbe de la Primera República, la violencia y hostilidad, producto de la Guerra de Independencia, continúan desolando a Venezuela. José Tomás Bóves, caudillo militar y líder de la “Legión Infernal”, avanza sin obstáculos, arrasando el llano, mientras las tropas de Ribas y Bolívar se preparan en los valles de Aragua para lo que más adelante se conocerá como la “Batalla de La Victoria”. Es en medio de este contexto histórico que la paz del joven Fernando Fonta se ve turbiamente sacudida. Fonta, un muchacho idealista pero algo pusilánime, vive en la hacienda familiar “El Altar” junto a su hermana Inés, una chica ingenua y soñadora. 

En la hacienda hacen vida también dos personajes relevantes: el capitán David, un inglés, romántico y narcisista; y Presentación Campos, el mayordomo, un mulato resentido que se aprovecha del caos y las numerosas revueltas para sublevarse y llevar consigo a los negros de la hacienda con la intención de sumarse a las filas del Taita Bóves, no sin antes destruir la hacienda y forzar sexualmente a la joven Inés. 
Son estos eventos los que empujan a Fernando y al capitán David a enrolarse en el ejército patriota. Mientras tanto, Presentación Campos enfrenta su primera batalla y cae herido, salvando la vida gracias a la intervención de una hermosa catira del Llano: “La Carvajala”. Entre ella y Campos se desarrolla un vínculo amoroso, a tal punto que Campos le ofrece, tras la guerra, una vida ostentosa y llena de lujos. 

En cierto punto, Inés y “La Carvajala” se encuentran, tras lo cual se revela la auténtica naturaleza de Presentación Campos: la de un violador impune. Con todo, “La Carvajala” señala a Inés un camino equivocado, consumida por la rabia de esta nueva realidad. Más adelante esta actitud la llenará de culpa. Emoción que intentará redimir sin mucho éxito.