Cantos criollos que arropan lo más profundo de nuestro ser niño, se unen a arrullos que atrevidamente lanzó al aire la caraqueña Conny Méndez cuando dijo que arrullamos a los niños con el himno nacional; y cuentos que no son para dormir, pero nos acercan a los recuerdos de la abuela, de papá o mamá contándonos un cuento para despedir el día y lanzarnos al placer de los sueños. Amaneció. Los personajes entran a escena jugando rayuela. El avión trazado enel piso evoca el acercamiento de este mundo infantil. Todo un recreo interactivo donde surgen papagayos chinos, o Cintas de colores, invita a la comparsa de ritmos y canto. Cuidado que ya la bruja no nos da miedo.