Alfonso Salvatierra arquitecto de profesión, desde los 10 años comenzó a sentir atracción por los hombres, desde niño sufrió de abusos sexuales, físicos y psicológicos de parte de su maestro de primaria, el cual lo obligaba a tener relaciones con él y un grupo de pedófilos, con el tiempo fue entendiendo que esa situación no era normal y decidió hablar con sus padres, pero estos no le creyeron y lo que se ganó fue su rechazo y desprecio. A su corta edad no entendía lo que sucedía, sentía una extraña sensación a la cual no encontraba una respuesta. Cuando cumple 18 años y debido al rechazo de sus padres y al bullying generado de sus compañeros decide irse de su casa y mudarse a Madrid, donde comienza una nueva vida donde se siente aceptado y libre.